Fernando Botero, es uno de los maestros del arte más importantes que ha dado Colombia; célebre por sus pinturas, esculturas y dibujos que se caracterizan por cuerpos voluminosos, falleció este 15 de septiembre a la edad de 91 años.

Botero falleció en su casa, en Mónaco, donde se recuperaba de una neumonía, así lo confirmó el periodista Julio Sánchez Cristo en W Radio,  “Murió tranquilamente, en paz. Estábamos con él agarrados de la mano, dio su último suspiro y se fue en paz”, contó Botero Zea hija del artista.

Fernando Botero nació el 19 de abril de 1932 en Medellín, Colombia, fue criado en el seno de una familia humilde. El periódico El Colombiano, fue testigo de sus primeros trazos como ilustrador, a finales de la década de los 40.

“El arte debe producir placer, cierta tendencia a un sentimiento positivo”

-Fernando Botero

Su carrera tuvo diversos altibajos; sin embargo, su auge, con su estilo característico, de líneas curvas y exageradas, con figuras voluminosas y monumentales, surgió cuando creó el boceto de una mandolina como si estuviera inflada.

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Este hito fue el primero de la serie «Naturaleza muerta con mandolina», la cual establecería para siempre el estilo de Fernando Botero y lo ubicaría, para siempre, como uno de los artistas más importantes de la historia.

Más tarde su popularidad se acrecentó, cuando sus grandes y voluptuosas esculturas de bronce, se exhibieron en las principales capitales del mundo, en la década de los 90. Su vocación, y su pasión por el arte, le permitieron nadar contra las corrientes del arte ya establecidas.

Por Donna Alvarado