La infidelidad es uno de los temas más delicados con los que una pareja puede lidiar, especialmente porque se suele polarizar de una manera extrema. Comúnmente la dinámica puede caer en señalar a uno como culpable y al otro como víctima (el clásico «blanco y negro»), sin embargo, si el asunto es mirado de una manera profunda y bien reflexionada, la infidelidad puede ser una llamada de atención para ambos, por ejemplo, cuando uno de los dos busca atención, mientras que el otro ha caído en la indiferencia o ya da la relación por sentada. En este caso, ¿no valdría la pena analizar las cosas de una manera objetiva, para analizar cuál es el lugar donde ambos están en la relación?
Cuando la infidelidad sale a la luz, por supuesto que es doloroso, pero para ambas partes. Una, por la traición, la otra, porque no es un acto por el cual te sientas orgulloso, al menos no en la mayoría de los casos. Y es que la mayoría de las veces, la infidelidad duele no por el acto sexual, sino por el acercamiento emocional y el romper una promesa en torno a la relación. Sin embargo, romper de tajo una relación puede ser bastante complejo por los sentimientos de ambas partes. La separación no es (obligatoriamente) una decisión que se tome rápido, sino que ambas partes deben analizar a fondo cuál es el siguiente paso. Esto es, comprometerse a sanar la relación, o separarse por el bien de ambos.
¿Se debe perdonar?
Atención aquí: perdonar una infidelidad no es una regla ni tampoco tiene una respuesta si lo debes hacer o no. Y procura no dejarte llevar por la presión social, ya que como mencionamos al principio, la infidelidad suele ser un tema satanizado, cuando el haber llegado ahí pudo haber sido el conjunto de miles de factores que sólo a la pareja le conciernen y no al ojo externo. Perdonar una infidelidad depende de lo que ambos miembros de una pareja decidan sobre el futuro de la relación, y esto sólo se puede analizar si ambos están abiertos a la posibilidad de hablarlo y analizarlo. ¿Lo que sí debemos decir? Si deciden seguir juntos con el compromiso de seguir adelante, va a ser algo que les va a costar mucho trabajo y que tendrán que invertir mucho esfuerzo y energía. «Las habilidades de comunicación deben ser evaluadas, mejoradas y practicadas regularmente entre la pareja con la ayuda de un terapeuta. Y, quizás la parte más difícil, la confianza debe ser reconstruida.
La confianza no puede, y no debe, simplemente volverse a dar libremente. No después de lo que pasó. La confianza ahora se ha convertido en un privilegio, no un derecho. Y la confianza debe ganarse» menciona el Doctor Stephen.
Por Glamour Mx