Desde que Vimeo introdujo por primera vez el botón «me gusta» en 2005, y Facebook lo impulsó en 2009, los informes muestran que los niños ahora están vinculando la autoestima con la cantidad de likes que obtiene una publicación en las redes sociales.
Lo cierto es que aún Twitter, Facebook y otras plataformas de redes sociales no se han pronunciado públicamente sobre sus responsabilidades en el bienestar emocional de sus usuarios, lo cual llevó a la escritora y editora Sarah Raphael, y a la modelo, escritora y activista Naomi Shimada; a investigar el tema.
Ambas publicaron el libro Mixed Feelings: Explorando el impacto emocional de nuestros hábitos digitales, con una colección de ensayos personales y honestas conversaciones sobre cómo Internet está haciendo sentir a las mujeres, que cuenta con la participación de expertos digitales internacionales, creativos, activistas y médicos; todos con una cosa en común cuando se trata de redes sociales: las aman, las odian y no pueden dejarlas.
Aquí, Raphael y Shimada comparten cinco formas de salir de la burbuja digital y volver a tener mejores hábitos de consumo en Internet, sin darle la espalda a las redes sociales por completo.
-Uno
El dilema de juzgar y ser juzgado: Instagram comenzó en 2010 como una red social para publicar fotografías de arte, comida y vacaciones que a tus seguidores simplemente les gustaría o no. Nueve años después, ha evolucionado para convertirse en una plataforma de marca personal: ahora se consideran agradables o no las caras, los cuerpos, las opiniones políticas y los logros profesionales de las personas. El nacimiento de la «cultura de la influencia» en 2014 intensificó este acto de juicio al establecer una jerarquía entre el insta-famoso y el insta-laico. Como dijo el filósofo Eckhart Tolle en el podcast SuperSoul Conversations de Oprah: «Lo que más condenamos en los demás suele ser algo que también tenemos: un rasgo del que no somos conscientes en nosotros mismos». Tolle dice que cada vez que nos sentimos superiores o inferiores, es nuestro ego actuando. Tómate un momento para reflexionar sobre ti mismo y piensa en lo que está impulsando tus reacciones.
-Dos
En realidad no te ves así: Según una nueva investigación realizada por cirujanos plásticos, una fotografía tomada con el brazo extendido puede hacer que tu nariz se vea hasta un 29% más grande. Mientras tanto, las herramientas de edición de fotos como Facetune, la aplicación paga más popular de Apple en 2017, ofrecen a los usuarios la oportunidad de estrechar la nariz. Tus selfies son tan representativos como un espejo distorsionado. Considera cómo el acto de tomar una selfie realmente te hace sentir. Si se siente como una herramienta positiva para documentar su experiencia y expresarse, entonces continúa. Sin embargo, si los selfies exacerban tus ansiedades o incitan otras nuevas, recuerda: no tienes que tomarlas. Hacer selfies se ha vuelto casi instintivo para la generación digital: el millennial promedio tomará unas 25,000 en su vida, pero no es demasiado tarde para abandonarlas. Es posible que tu autoestima mejore cuando dejes de examinarte en tu teléfono.
-Tres
Viajemos conscientemente: Instagram ha transformado la forma en que viajamos, ofreciéndonos información sobre playas libres de turistas y hoteles que están en el radar. Si bien esta afluencia de turismo puede tener un impacto positivo en la economía y las tasas de empleo, también ha llevado al hacinamiento, la degradación ambiental y las acrobacias peligrosas, con varias muertes por autofotos en las redes sociales, lo que muestra hasta qué punto las personas están preparadas para hacer esas imágenes. “Mucha gente todavía está muy motivada por el ego; quieren retratar que están viviendo una especie de vida perfecta», dijo el fotógrafo Trey Ratcliff a National Geographic. Viajar con más atención es la clave. Detente a reflexionar sobre la ética detrás de la foto y cómo estás retratando el lugar y las personas en la toma. Esto también puede ayudar a disminuir la presión por competir con otros. Pregúntate: «Si no pudiera tomar una foto, ¿aún estaría aquí?». Si la respuesta es no, reconsidera el viaje.
-Cuatro
Tus intereses románticos no estarán a la altura de sus perfiles de citas, y tú tampoco: El uso de aplicaciones de citas en busca de romance llegó para quedarse, con Hinge reportando un aumento del 400 por ciento de nuevos usuarios desde 2016, y Bumble sobrepasando los 55 millones de usuarios registrados en 2019. Y lo más probable es que si has utilizado una aplicación de citas, has buscado tu pareja en las redes sociales antes o después de la cita. Es un juego difícil de resistir, pero ¿con qué frecuencia la búsqueda de pareja en línea ha arrojado resultados positivos? La mayoría de las veces, conduce a esos mismos sentimientos de inferioridad o superioridad. Después de años de poner nuestro «mejor yo» en línea, es fácil fallar en el reflejo de nuestra realidad en Instagram, con un mundo cuidadosamente curado para la vista de los demás. Al comenzar una relación a través de la comunicación digital, recuerda: lo que ves en sus perfiles de redes sociales es, en el mejor de los casos, una verdad a medias. La otra mitad es con quién estarás en una relación.
-Cinco
Los efectos positivos en la salud mental no se reportan ni se subestiman: Las malas noticias se venden, especialmente cuando se trata de las redes sociales. Muchos artículos se han centrado en los efectos negativos que Instagram tiene sobre el sueño, la ansiedad, la depresión y el bienestar físico, particularmente a la luz de los peligrosos hashtags que se usan para promover la auto-lesión. Sin embargo, hay muchas comunidades de Instagram que promueven la curación, la autoestima y el bienestar mental. Rellena tu feed con estas cuentas: transformarán tu experiencia en esta red social. Big White Wall es una red de soporte en línea segura y anónima con profesionales capacitados. Desde sesiones de preguntas y respuestas en vivo entre médicos hasta compartir consejos útiles sobre cómo manejar el estrés. Las publicaciones regulares de la cuenta son inclusivas y reflexivas. The Blurt Foundation se dedica a ofrecer soporte multimedia las 24 horas para las personas con depresión, mientras que The Holistic Psychologist publica información útil sobre cómo resolver problemas emocionales en una forma con la que todos podemos relacionarnos: memes.
Por Vogue Mx