Un año y tres meses han pasado desde la muerte del diseñador alemán Karl Lagerfeld a los 85 años, un hombre que nunca se casó ni tampoco tuvo hijos, y que dedicó toda su vida a trabajar en la moda de lujo, empezando en Balmain, Patou, Chloé, Fendi, Chanel, hasta su firma homónima; una larga y apasionada trayectoria creativa con la que ganó una gran fortuna.
La fortuna del káiser de la moda se calcula en unos 170 millones de euros, pero al no tener descendientes directos ni familia cercana, además de su adorada gata Choupette, el dinero aún no ha sido repartido entre los herederos que figuran en su testamento, que se rumora son siete personas allegadas al modisto, dos se enfrentan a una rivalidad por reclamar lo que les toca.
Según el periódico francés Le Parisien, sí hay un testamento, “escrito con puño y letra” por Karl Lagerfeld y registrado en Mónaco. Especula que los herederos son 7; François Caçote (cuidadora de Choupette), Hudson Kroenig y Brad Kroenig (su ahijado y su padre), Caroline Lebar (directora de comunicación), Jake Davis (modelo), Baptiste Giabiconi y Sébastien Jondeau.
Estos dos últimos, Baptiste Giabiconi (modelo) y Sébastien Jondeau (su guardaespaldas y asistente) no se llevan nada bien y pelean por quién era el favorito de Lagerfeld y el primer nombre en el testamento. Mientras que Giabiconi asegura que era él lo consideraba su “hijo espiritual”, Jondeau alega que estuvo a su lado y fue el primero en conocer su enfermedad.
Por Elle Mx