En México, las mujeres tienen un acceso menor que los hombres al sistema financiero. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021, el 61.9% de las mujeres cuenta con acceso a un producto financiero formal como una cuenta de ahorro, un crédito, un seguro o una cuenta de ahorro para el retiro o Afore, mientras que los hombres ocupan un 71%.
Esto se puede atribuir a diversos factores como la informalidad laboral, la carga de trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, la precariedad en cuanto a ingresos, lo que provoca que las mujeres permanezcan alejadas de productos financieros y que recurran a estrategias informales para guardar su dinero, ya sea en casa o con personas de confianza.
Hay otros factores que también inciden en la brecha financiera de género. Un ejemplo fue la pandemia por Covid-19, que también impactó de una manera importante a las mujeres. El cuidado de los hijos en el hogar al establecerse las clases a distancia debido al cierre de escuelas, de enfermos y de personas vulnerables, así como la menor actividad económica (acompañada por medidas de confinamiento) incidieron para que gran parte de las mujeres que laboraban fuera del hogar dejaran sus actividades remuneradas, impactando su nivel de ingreso y ahorro.
Por ello, acelerar la inclusión financiera en las mujeres es sumamente importante, ya que no solo les permitirá beneficiar su situación económica y facilitar su vida diaria, sino que tendrán la posibilidad de mejorar sus capacidades financieras, entender los productos financieros que existen, y acceder a herramientas que les permita gestionar de una mejor manera sus ingresos y optimizar su ahorro para el retiro.
Aunque ha habido algunos avances para aumentar la incorporación financiera de las mujeres, aún queda mucho trabajo por realizar. ¿Cómo podemos contribuir a la aceleración de la inclusión financiera de las mujeres? A continuación, te comparto 4 claves que se deben tener en consideración:
Creación de productos especializados
Esto permitirá que nuevos productos sean diseñados y se adapten a las necesidades de cada una de las mujeres.
Impulso a la Educación Financiera
Es un elemento clave para que sean más mujeres las que tengan toda la información sobre los servicios y productos financieros formales, y puedan desarrollar las habilidades necesarias para evaluarlas y tomar las mejores decisiones.
Ofrecer más servicios digitales
La tecnología, además de agilizar el uso de los productos y servicios financieros, brinda un mayor alcance a aquellas mujeres que tienen dificultades para acudir a una sucursal bancaria.
Generación de más empleos formales
Se debe impulsar la presencia de más mujeres en la economía formal. Esto les permitirá recibir un salario, contar con una cuenta de ahorro, seguro y tener acceso a los diferentes beneficios que los productos y servicios financieros ofrecen.
Tener en cuenta estos factores nos permitirá generar un progreso en la sociedad y contribuir a cerrar la brecha de participación de las mujeres en el sistema financiero.
Por Juan Luis Ordaz/Citibanamex