A estas alturas, probablemente seas bastante buena detectando las señales de alarma en las relaciones románticas. Es decir, esos comportamientos que te hacen sentir que algo no va bien con esa persona; sin embargo, la gente no suele aplicar la misma mentalidad de alerta en sus amigos.

«Como sociedad, a menudo no reconocemos las amistades malsanas de la misma manera que lo hacemos con los romances y las dinámicas familiares», explica Hope Kelaher, autora de How to Make Friends as an Adult, a SELF.

Los amigos son igual de importantes para nuestro bienestar, tanto emocional como físico. No sólo pueden levantarte el ánimo y hacerte reír. Un estudio de 2023 descubrió que tener amistades buenas y sanas se asocia con mejores habilidades emocionales, menos estrés y menos picos de tensión arterial.

Las red flags en las amistades pueden aparecer de forma diferente y ser más difíciles de detectar. Para que te resulte más fácil reconocerlas, SELF le ha preguntado a un par de expertos cuáles son las principales alarmas que indican que alguien puede no ser un amigo de verdad.

Solo hablan de sí mismos

¿Tienes ese amigo que no para de hablar de su día, de su trabajo, de sus problemas, pero nunca pregunta por tu vida? Y cuando por fin el foco de atención se centra en ti, te interrumpe con un ‘Oh, eso me recuerda a cuando yo…’. En algunas dinámicas de amistad malsanas, puede parecer que es su mundo y que tú sólo eres el personaje de apoyo que vive en él, pero todo el mundo, incluido tú, merece ser visto y escuchado.

La amistad parece unilateral en general

Levanta la mano si eres el amigo encargado de hacer los planes, o si conoces a esa persona de tu círculo que sólo te busca cuando su vida se desmorona. Por supuesto, todos tenemos semanas ajetreadas en las que estamos hasta arriba de trabajo o nos ocupamos de asuntos personales que nos distraen de vez en cuando. Pero si te encuentras siempre haciendo el trabajo emocional pesado, podría ser una señal de que tu amigo no valora la relación tanto como tú.

Te sientes obligado a mantener la amistad

Puede ser agotador forzarse a mantener una relación que simplemente no funciona y, a menudo, las personas permanecen en viejas amistades que han superado debido a un sentido subyacente de obligación, dice Applebury. Piensa en ese amigo de la infancia o de la familia que has conservado por los viejos tiempos, aunque ya no tengan nada en común.

Esta no es la más brillante de las red flags, y no es necesariamente indicativa de una dinámica tóxica: ‘Pero si te sientes más obligado a ser amigo que a querer tener una relación genuina, está bien reevaluar a esa persona en tu vida’, dice Kelaher. Porque, al fin y al cabo, pasar tiempo con tus amigos debería dejarte una sensación de frescura y satisfacción, no de vacío o agotamiento.

Compite contigo constantemente

Piensa en lo siguiente: Le cuentas a ese amigo (ya sabes cuál) que te han subido el sueldo en el trabajo. En lugar de darte un abrazo de apoyo o enviarte un mensaje de texto de celebración, te supera con un: ‘Bueno, a mí me ascendieron la semana pasada’. O tal vez los dos acaban de volver de una intensa sesión de yoga que te ha dejado temblando y te dice algo como: ‘Oh, esa clase fue demasiado fácil para mí’.

¿Te suena familiar? Una cosa es sentir un momento ocasional de envidia, pero la persona que convierte todo en un juego de ‘quién lo tiene mejor’ probablemente no tiene sus mejores intereses en el corazón, dice Kelaher. Puedes intentar decirle cómo te sientes (quizá no se dé cuenta de lo que hace), pero si no se muestra receptivo, es otra señal de alarma.

No se disculpan sinceramente

Hasta en las amistades más sanas hay peleas. Puede que se trate de una discusión tonta sobre cómo siempre se llega tarde a todo, o puede que la falta sea algo más serio, como que uno de los dos haya revelado accidentalmente algo que al otro no le parecía bien. En cualquier caso, es importante que ambos se comuniquen eficazmente y reconozcan cuando han metido la pata.

No respetan los límites que estableces

«En las amistades sanas, las personas entienden que a veces se les dirá que no y que eso está bien», según Kelaher. «Tal vez no quieras compartir lo que te preocupa en este momento. O siguen hablando de tu ex, aunque les hayas pedido cien veces que paren. De vez en cuando, podemos chocar con los límites de alguien, pero si notas que los tuyos no se respetan constantemente, entonces esto puede ser una red flag de una relación tóxica», dice.

Por Glamour