Organizar la distribución de la casa y decorarla puede ser una experiencia complicada, especialmente si se quieren seguir las directrices del Feng Shui, una filosofía milenaria china que ayuda a equilibrar las energías que nos rodean para conseguir el bienestar.

Estas ideas se pueden aplicar en cada una de las estancias, en la orientación y distribución de los elementos y en los colores; en este caso nos vamos a centrar en una de las más importantes: la cocina.

¿Cómo es una cocina según el Feng Shui?

Una de las tendencias más comunes en cuanto a las cocinas son los espacios abiertos con zona office, lo que demuestra la necesidad de hacer de la cocina el centro neurálgico de la casa, en el que poder cocinar, pero también hacer otras tareas básicas.

El Feng Shui dicta que la cocina debe orientarse hacia el sur y estar cerca de la entrada, pero sin que se vea el interior desde la puerta principal de la casa. Es muy importante que la puerta del baño no quede frente a la cocina, ya que debilita la energía vital.

Para que la energía vital fluya, los muebles deben colocar de manera que la persona que cocine nunca quede de espaldas a la puerta. Si es una cocina con ventanas, no deben estar frente a la persona cuando esté cocinando.

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Los elementos de fuego (placa, horno, microondas) y de agua (lavavajillas, lavadora y fregadero) que hay en la cocina deben agruparse por su categoría, pero nunca enfrentados ni demasiado cerca. En caso de que estén juntos, asegúrate de poner algún objeto de madera en medio.

Los colores en una cocina con Feng Shui

La cocina es una zona donde predomina el elemento de fuego, así que debe tener colores cálidos que no sean intensos: beige, crema, coral, rosa polvo, melocotón, café claro, amarillo pálido.

Evita los colores fríos como el negro o el azul porque apagan la energía del fuego; es mejor no optar por una estancia totalmente blanca, apuesta por la madera.

Las plantas en la cocina según el Feng Shui

Según esta filosofía, las plantas y cualquier otro elemento que se refiera a ellas son un contacto con la naturaleza. Por tanto, son muy necesarias en todas las estancias.

Si se colocan cerca de la venta son sinónimo de prosperidad y buena energía. Una buena opción son las plantas aromáticas, ya que así puedes incluso cocinar con ellas.

También puedes incluir textiles con estampados florales u otros elementos de decoración, pero sin llegar a ser excesivo, ya que entonces se puede obstaculizar la prosperidad.

Por Revista Interiores