A diferencia del jabón neutro, que no regula la grasa de la piel; el jabón de carbón activado actúa como un imán para atraer las toxinas e impurezas que se esconden dentro de pieles normales, grasas y mixtas como la suciedad y aceite de los poros, y a su vez, ayuda a suavizar la piel, reducir la inflamación, desintoxicar, eliminar las manchas del rostro, dar un efecto ‘lifting’ al tensar los poros, es un poderoso antibacterial, controla el acné y las espinillas de manera profunda.

Se recomienda aplicar el jabón de carbón activado de día y de noche sobre una piel húmeda, tanto en el rostro como en el resto del cuerpo. Déjalo actuar al menos durante unos 50 segundos sobre tu piel para obtener mejores resultados si tienes la piel grasa o mixta.

Ahora bien, si tu piel no es grasa es mejor usarlo de una a dos veces por semana para limpiar el rostro y complementarlo con otro jabón natural como uno a base de lavanda, romero o caléndula para balancear mejor la higiene del rostro. Aplica el jabón de carbón activado directamente con abundante espuma en tu piel y date un masaje en círculos para limpiar los poros y desintoxicar.

Por Vogue Mx