A veces tenemos hábitos que pueden ser poco higiénicos; estoy casi segura que la mayoría de los que te presento a continuación, ni si quiera los tenías en cuenta.
-Utilizar el mismo rastrillo por mucho tiempo
Muchas personas no lo toman en cuenta, pero los rastrillos tienen un ciclo de vida, este depende de la cuchilla y de la frecuencia con la que lo usamos.
Es importante cambiarlo cada 15 días como máximo, ya que el rastrillo está expuesto a la humedad y a las bacterias, además de que, en cada rasurada, las navajas van perdiendo filo, lastimando nuestra piel o irritándola.
Deben recordar que el rastrillo es de uso personal, por lo que, si suelen compartirlo con su mamá, hermana o amiga, están cayendo en otro mal hábito de belleza.
-No limpiar los aretes y piercings
Otro habito un poco desagradable es el no limpiar y desinfectar los aretes, ya que en ellos se acumula mugre y suciedad.
Para limpiarlos, puedes utilizar un cotonete y alcohol o simplemente agua y jabón, solo necesitas remover la suciedad y dejarlos orear antes de volver a ponértelos, esto lo puedes hacer en las noches antes de irte a dormir cada tercer día.
-Arrancarte los pellejitos de los labios
A veces con el cambio de clima es normal que los labios se resequen desprendiendo la piel, muchas veces arrancamos la piel muerta, creando un mal aspecto en nuestros labios y lo peor es que los lastimamos.
Lo mejor es usar el exfoliante que sea de tu preferencia para remover la piel, además de que lucirán mejor, estarán más suaves e hidratados.
-Quitarte el esmalte con los dientes
Este es un grave error que cometemos a veces las mujeres, porque no solo estamos lastimando nuestras uñas, sino también nuestros dientes.
Además de que es un mal hábito porque llevamos todos los gérmenes de nuestras manos a la boca, dejamos las uñas con muy mala apariencia ya que el barniz se queda mal aplicado.
Por eso es importantísimo tratar de dejar este terrible habito que también delata ansiedad o nervios, es mejor esperar llegar a casa y retirar el barniz con un quita esmalte.
-No desmaquillarse, ni lavarse la cara
El no desmaquillarse ni lavarse la cara en las mañanas o antes de dormir, es perjudicial para la piel, ya que, al dormir con maquillaje, los poros de la piel se tapan con los químicos de los cosméticos, el sudor, la suciedad, la grasa y la contaminación a la que exponemos el rostro a diario, y si no lo limpiamos ni desmaquillamos, estamos cargando con toda esta suciedad durante todo el día, ayudando a la proliferación de imperfecciones.
-No limpiar las brochas del maquillaje
Este es otro de los hábitos más comunes, ya que en ocasiones no tomamos en cuenta que las herramientas con las que nos maquillamos pueden contener residuos de los productos o partículas de polvo, entonces cada vez que las llevamos a nuestro rosto, estamos creando el mismo efecto que cuando dormimos maquilladas o cuando nos tocamos la cara con las manos sucias.
Para evitarlo, debemos lavar las brochas con las que nos maquillamos mínimo cada 15 días, dependiendo que tanto las usemos.
-Utilizar cosméticos que están caducados
Es importante comprobar la fecha de caducidad de los cosméticos que utilizamos, ya que pueden ocasionar reacciones negativas en nuestra piel.
Lo recomendable, es deshacernos de todos los productos de belleza cuando ya llevan más de un año y aun no nos hemos acabado el producto, sobre todo si el aroma, el color o la textura de estos, no es la misma de cuando los compramos.
Debes tomar en cuenta que la vida útil de cada uno de los cosméticos, tienen su inicio el día que lo abrimos y absolutamente todos dicen en su etiqueta su fecha de expiración.
-Compartir el maquillaje
¿Quién no ha compartido su maquillaje con su mamá, una amiga o su hermana?
Es uno de los peores errores, ya que cada quien tiene su propio tipo de piel, y al compartir el maquillaje estamos compartiendo bacterias, gérmenes, grasa corporal y la suciedad que cada una acumula en su rostro.
Aunque no lo crean, todas las personas tenemos diferentes bacterias en nuestra piel, al compartir los cosméticos podemos ser propensas a contraer algún virus en la piel, en los ojos o en los labios.
-No limpiar el cepillo ni quitarle los cabellos
En el cepillo se acumula suciedad, al no limpiarlos, llevamos esa suciedad al cabello cuando lo cepillamos, además de que, si lo dejamos con todos los cabellos que se nos caen, no solo da mala apariencia, sino que en lugar de desenredar nuestro pelo, podemos provocar que se quiebre más fácilmente.
Por La Endina