Ahorrar dinero puede ser un desafío muy imponente, pero no imposible. ¿El truco? Hay formas de ahorrar dinero que te permitirán llegar a tus metas y comprarte esas cosas que siempre has querido, ¿pero sabías que hay hábitos negativos que te perjudican mucho y que no te dejan ahorrar tanto como te gustaría? Las finanzas no son complejas; son una mezcla de disciplina, esfuerzo y poner atención en lo que hacemos en cuanto el dinero llega a nuestras manos. Revisa si no estás cayendo en estos pecados capitales financieros, y retoma el control de tu economía.
-Prestar dinero
Debes tener mucho cuidado en este punto. A veces podemos ser esa buena amiga que presta dinero para que alguien salga de un problema… pero eso significa que exista la posibilidad de que ni vuelvas a ver ese dinero. En este punto, debes convertirte en la guardiana de tus finanzas y saber decir «no» cuando de verdad no quieras o puedas prestar dinero. ¡Recuerda la importancia de saber decir no! Y eso se incluye en este tipo de situaciones. Piensa en otras maneras de ayudar a alguien, como buscando ofertas de trabajo, freelance o algo así. Recuerda que eres tú la que trabaja por dinero. ¡No lo regales!
-No revisar gastos pequeños
Esa suscripción del periódico que ni lees, las clases de zumba a las que no vas… si de verdad no utilizas estas cosas, lo mejor es ser honesta contigo misma y cortar esos gastos, al menos por un tiempo. Y no te preocupes, nadie te juzga. Si no vas al gimnasio, no es por pereza, un trabajo de 9 a 5 pm puede ser agotador. Mejor busca inspiración para hacerlas en otros lados, y ya cómpralo cuando te sientas listas. Si estás desmotivada y crees que el dinero te inspirará a hacer algo… todos salimos perdiendo en esa ecuación.
-No pagar tu tarjeta y generar intereses
Tener una tarjeta de crédito es una responsabilidad enorme y tienes que ser una adulto responsable que se haga cargo de pagar a tiempo. Y atención, además de las tajretas también está la luz, el agua, el gas… ¡todo! Paga a tiempo y evita los molestos intereses, que además de hacerte gastar mucho más dinero, te puedes meter en un enorme problema (como el coco de la vida adulta: el buró de crédito).
-Gastar de forma improvisada
Digamos que el siguiente año te vas de viaje a Europa. ¡Excelente! Esa puede ser una meta que te motive a máximos niveles a ahorrar. Así, abres una cuenta aparte en tu tarjeta y vas metiendo ahorros y harás todo lo posibles por tener una buena cantidad de dinero y vivir la vida loca allá. Ese tipo de metas siempre te van a inspirar. Sin embargo, cuando ahorras y ahorras pero no tienes un sueño o una meta… vas a comprar cualquier cosa brillante que se te cruce en el camino y al final estarás con una casa llena de cosas que no necesites, y ese dinero no lo invertirás en cosas que realmente desees. Las personas funcionamos muy bien con metas y sueños, así que trabaja en tus objetivos (vivir sola, mudarte, viajes).
-No tener un fondo de emergencias
Importante que tengas un guardadito que puedas usar en caso de emergencias. Algo que pase en tu casa, que se rompa algo… ¡lo que sea! Es importante que cuentes con ese guardadito, porque eso significa que no tendrás que usar dinero de tus ahorros o de tu quincena recién depositada. Y no, una emergencia no es el primer día de ofertas en el centro comercial, atención ahí.
-No ser realista con lo que ganas vs lo que gastas
Ganar 10 mil no significa que puedas gasta 20 mil. Sonaría lógico, pero te sorprendería lo indulgentes que podemos llegar a ser a veces. En los temas de dinero, al menos cuando estás haciendo tus cuentas individualmente, tienes que ser muy honesta, porque la única persona a la que engañas, es a ti misma. Y ahorrar y ser responsable en este punto de la vida, es una manera de demostrarte cariño y respeto. Si no tienes dinero, no gastes. Y si de verdad sientes que tu salario ya está siendo insuficiente, o pides un aumento o cambias de trabajo. No descartes esas opciones, pero muévete; no te metas en deudas que te afectarán. Y cuando hablemos de pareja, recuerda que el dinero y la comunicación deben ir de la mano, casi que de manera obligatoria.
Por Glamour Mx