La cuestión de la sostenibilidad y de su cada vez más creciente importancia ha llevado a muchos a probar alternativas eco a sus productos de higiene diarias. Entre ellos, los desodorantes naturales son los que están ganando más adeptos. Una tendencia que, hoy por hoy, se encuentra en boca de todos. Unos están encantados y otros quedan decepcionados al probarlos.
Los desodorantes naturales se desmarcan de los químicos por muchas razones
Utilizar un desodorante realizado con ingredientes de origen orgánico puede tener muchos beneficios para nuestra piel, desde evitar alergias e irritaciones hasta favorecer la correcta eliminación de toxinas. Porque no tienen sales de aluminio, que son los que aumentan la sensibilidad. La experta farmacéutica Esther Sansi nos cuenta su visión (más que positiva) de estas alternativas sostenibles:
“Los desodorantes naturales no irritan la piel y disminuyen la probabilidad de afecciones dermatológicas. No obstruyen los poros, por lo que favorecen la eliminación de toxinas. Además, al contrario que muchos desodorantes químicos, los naturales no manchan la ropa. Por supuesto, a eso hay que añadirle que son cruelty-free, cuidan el medio ambiente y suelen ser veganos”.
La fundadora de la firma Mádara, Lotte Tisenkopfa, está de acuerdo con las afirmaciones de Esther Sansi, recalcando la importancia de diferenciar entre la sudoración y el mal olor. “La sudoración es natural y no debe prevenirse. El mal olor, por otro lado, es otra historia. En lugar de bloquear el sudor, los desodorantes naturales solo enmascaran el mal olor al combatir las bacterias que lo producen. Aún puedes sudar, lo cual es bueno y saludable, pero no olerás mal.”
“Son fórmulas más reducidas y evitan ingredientes con mayor capacidad alergénica, por lo que mejoran la tolerancia.” – Beatriz Fleta del VS Equipo de Dermatología.
Estos puntos a favor de los desodorantes naturales que menciona la farmacéutica los convierten en una propuesta ideal para las personas que sufren de piel sensible o reactiva, ya que están libres de alérgenos y no contienen ingredientes abrasivos o agresivos para nuestra dermis. Además, como ocurre con el champú sólido, estos productos orgánicos para las axilas duran mucho más tiempo, lo que los hace aún más sostenibles.
Un ejemplo perfecto es la piedra de alumbre. La dermatóloga Beatriz Fleta nos explica que se trata de “un mineral en forma de cristal sin perfumes, alcohol o químicos típicos de los desodorantes. No impide la sudoración, sino que ayuda a controlar el crecimiento de bacterias implicadas en el mal olor. Por ello se considera un desodorante natural”. Y tanto que lo hace, ganando muchísimos adeptos en los últimos tiempos.
No todo iban a ser buenas noticias: estos son los contras de los desodorantes naturales
Muchas personas que han probado estos desodorantes eco afirman no sentirse cómodas con ellos, porque notan el olor corporal. La experta Esther Sansi afirma que “son ideales para personas que no sufren sudoración excesiva, pero que es importante tener en cuenta las necesidades de algunos.” Porque al contrario de las fórmulas químicas, estas propuestas naturales protegen durante menos tiempo y no reducen la producción de sudor.
A esta desventaja se suman otras cuestiones, como la expiración, los precios y los aromas. La experta Beatriz Fleta reconoce que en el caso de los cosméticos naturales “la fecha de caducidad suele estar reducida por el tipo de conservantes que utilizan, el olor puede ser menos atractivo y suelen tener un precio mayor por estar “de moda”.”
Por Trendencias